Los niños tienen más probabilidades de comer verduras si se rocían con agua azucarada, según han demostrado expertos en nutrición de la Universidad de Connecticut. Esta técnica fue probada en niños en edad preescolar.
Los niños, como regla, prefieren comer aquellos alimentos que les parecen sabrosos y, sobre todo, prestan atención a las propiedades beneficiosas de los productos. No todas las verduras se encuentran entre los platos favoritos de la mayoría de los niños.
Los científicos descubrieron cómo disfrazar la amargura natural de las verduras y hacer que la comida saludable sea más atractiva para los gustos fantasiosos de los niños. Los ayudó en este experimento. En busca de la opción perfecta para suavizar el sabor de las verduras se probaron diversas sustancias, incluso diferentes sales. Pero el azúcar simple fue la más efectiva.
Según la profesora Valerie Duffy, la solución de azúcar no le da a la comida un sabor dulce, sino que simplemente elimina la amargura que a muchos niños no les gusta.
Por supuesto, este enfoque no debe usarse durante mucho tiempo. Esta es una medida temporal. Tan pronto como el niño se acostumbre a comer vegetales, se debe excluir el azúcar de los platos. Los investigadores también aseguran que el agua dulce, si aumenta el contenido calórico de un plato, es insignificante. En el experimento, los científicos diluyeron en agua no más de media cucharadita de azúcar, que es aproximadamente ocho calorías, y usaron esta cantidad en tres cuartos de tazas de vegetales.
