El desarrollo del cerebro de un bebé.

Pin
Send
Share
Send

Muchas madres tocan a su hijo de manera reconfortante, empatizando con él en ciertos momentos difíciles para él, ya sea por estrés psicológico o incluso por una lesión menor recibida al caer en su bicicleta. Resulta que la manifestación de la atención y un sentido de comprensión por parte de los padres no solo son formas excelentes de calmar al niño, sino también medios efectivos para aumentar el tamaño de su cerebro.

Esta declaración fue hecha por investigadores de la Universidad de Washington en los Estados Unidos. Su estudio consistió en comparar radiografías del cerebro en niños de 2 a 4 años. Algunas de ellas fueron criadas en familias disfuncionales, a menudo sin el más mínimo amor por parte de las madres infelices, otras siempre fueron exaltadas por su enfermera y nunca les faltó atención.

En la primera etapa del examen, los expertos vieron que las diferencias entre las imágenes cerebrales de los dos grupos de niños no solo existen, sino que también son distinguibles visualmente. Por lo tanto, los bebés que fueron atendidos por una madre amorosa desde el nacimiento tenían un cerebro mucho más grande y brillante que sus compañeros, que estaban bajo la protección de padres desatentos: este órgano era relativamente más pequeño y tenía áreas mucho más oscuras, lo que indicaba la ausencia de Algunos de los elementos fundamentales para un niño.

Según los investigadores, las consecuencias de dicho desarrollo cerebral pueden ser variadas, entre ellas, por regla general, el fracaso estudiantil, el comportamiento inmoral, la tendencia a la violencia y el uso de drogas, las bajas capacidades intelectuales y los rasgos negativos de carácter. Por supuesto, un cerebro grande y bien desarrollado no puede actuar como una garantía del cien por ciento de que en el futuro todas estas deficiencias evitarán el lado de un bebé criado por una madre atenta, pero en tales casos el riesgo de adquirirlos es extremadamente pequeño.

Pin
Send
Share
Send